Creo que el ayuntamiento podría subvencionar la colocación de luces rojas con sonido para los no videntes cuando sale un coche del parking. De esta manera, evitaríamos accidentes involuntarios, sobre todo cuando vienen niños en bicicletas, patinetes o corriendo. Como padre de niños pequeños, ya me he llevado un par de sustos con la consecuente cara de culpa de los conductores que en realidad no han hecho nada equivocado, simplemente no ven por las paredes. De hecho, cada vez que salgo de mi propio parking lo hago aterrorizado
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